Un bajo factor de potencia genera los siguientes inconvenientes:
Al consumidor:
• Aumento de la intensidad de la corriente de alimentación de
la red.
• Pérdidas y caídas de tensión en los conductores.
• Incrementos de la potencia consumida en las plantas y transformadores,
reducción de su vida útil y reducción de la capacidad
de conducción de los conductores eléctricos.
• Incremento en la temperatura de los conductores y disminución
de la vida útil de su aislación.
• Aumento en la facturación por consumo eléctrico
Al distribuidor:
• Mayor inversión en los equipos de generación, ya que su
capacidad en KVA debe ser mayor, para poder entregar esa
energía reactiva adicional.
• Mayores capacidades en líneas de transmisión y distribución,
así como en transformadores para el transporte y transformación
de esta energía reactiva.
• Elevadas caídas de tensión y baja regulación de tensión, lo
cual puede afectar la estabilidad de la red eléctrica.